Allí sentada, sin saberes. En una suerte de primavera que pareciera acompañar cada hábito, cada rasgo meticuloso de su expresión.
Claramente lo había soñado entre suspiros, existiría?
Motivada por sensaciones infundadas le insinuó deseo...
Jamás hubiese imaginado que podía ser, ser ella.
Esas ideas de antaño fueron recuerdos de viejas necesides, ya no la hostigaban.
Y sin decir, se escucha. Está latente en cada roce, mientras que en el aire cobra vida, se hace corpóreo y estalla en PIEL.
Ahora, sin preguntas. Sólo sentir.
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2 comentarios:
siempre me gusta pasar por aca, me gusta lo que encuentro... besos
sentir en el cuerpo, ahí se da lo literario.
saludos.
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