domingo, 24 de enero de 2010

OFICIALMENTE BLOG CERRADO.

Lindo compartir con ustedes una etapa de mi vida en letras,
gracias.

Flora

(hasta el próximo)

sábado, 1 de agosto de 2009

Entre los labios...

Allí sentada, sin saberes. En una suerte de primavera que pareciera acompañar cada hábito, cada rasgo meticuloso de su expresión.

Claramente lo había soñado entre suspiros, existiría?

Motivada por sensaciones infundadas le insinuó deseo...
Jamás hubiese imaginado que podía ser, ser ella.

Esas ideas de antaño fueron recuerdos de viejas necesides, ya no la hostigaban.

Y sin decir, se escucha. Está latente en cada roce, mientras que en el aire cobra vida, se hace corpóreo y estalla en PIEL.

Ahora, sin preguntas. Sólo sentir.

viernes, 10 de julio de 2009

Había pensado cientos de veces  terminar con la locura, pero era tan grata por momentos. Entendía que aquella voz vivía de sus creencias, falsas por cierto.  No se resignaba: atornillaba ideas obtusas en la pared  del último cuarto de la casa, cada uno de ellas prolijamente enderezadas.

 

De repente un crujido, la puerta abierta y una desidia espantosa. Se acercó lentamente, y con la penumbra de la noche la tomó del cuello y reventó su respiración de un fuerte apretón.

 

En el suelo yacía, horas, días. Niebla. Una intensa sensación de vacío inundó el espacio, jamás se dieron cuenta de su ausencia, aunque el olor era penetrante e invasivo.

 

Llegó el día: dos anillos, una promesa eterna y la muerta.

 

La muerta iba a la rastra de un caballero ponzoñoso y amarillento. Nadie los detuvo.

 

Estuve allí para gritar, misteriosamente nadie me vio. Ni la muerte con su muerta, ni el caballero, y menos que menos las ideas obtusas atornilladas en la pared.

miércoles, 10 de junio de 2009

Carta Abierta para el Beso Primero



Catorce años: un beso primero. Nervios; pasillo. Leve roce y un cerrar de ojos. Suave, dulce…”baboso”. Una palmada, encuentro de miradas. Beso.

Pienso “guau, esto era?”. Silencio de tumba. Nuevas risas, frases preparadas. Sonrojo. Manos, elogios. Nuevas risas, nuevas frases desconocidas.
-¿Queres una Coca?, dice. -No, gracias. No tomo.- Digo. Dice entre risas:- Pero no tiene alcohol. Una Coca, Fanta… preferís agua mejor? Muerta de vergüenza-Claro, sé que no tiene alcohol. Jugo prefiero.

Silencio de tumba.

-¿Me das otro beso, que son muy ricos?- dice con un dejo de timidez y audacia.
-No me preguntes, dámelo.- digo, mientras siento como sube un calor intenso que se traduce en un tono colorado que va a parar a mis mejillas.
Ahora sentados. Música y un club antes colegio. Mi ex colegio. Ellas espían, se ríen. Mi hermano Diego en un rincón observa, después de un rato grita: “Adrián no te hagas el vivo”.
Lo miro, Diego mira. Le hago un gesto de ¡shh, cállate! Él me insinúa un qué te importa, es mi deber de hermano.

Por dentro le agradezco, me generó ternura.


Mientras tanto él me habla de no sé qué. Yo recuerdo los movimientos que ejecuté en el beso, pienso “quizá no estuve tan mal, con el tiempo espero mejorar”.
No deja de hablar, habla de la transparencia de mis ojos, (chamuya). “uff quiero ir con las chicas- belu, gere y gua- a bailar el meneaito”, pensé. Él me admiraba sentado, decía y re decía; yo agrandadísima – Disculpa, ¿te jode si vuelvo en un rato?-

No volví.


Días, meses. Casi un año. Algunos quilombos en casa. Tocan timbre, atiendo apurada (últimos minutos de “Rebelde way”) - ¿Quién es?- “Adrián”, contesta.
Pensé, “la puta madre estoy con el camisón de flores que me hizo la abuela”. Recurso: bata de dormir que llega hasta el piso.
-Hola, ¡qué sorpresa! –
Él, con tono irónico -Desde el año pasado que te estoy esperando-
Colorada, tartamuda y torpe. Mamá me interrumpe- Hacelo pasar Flor, y cerrá la puerta que hace frío.-
Pensé de nuevo, “Carajo, justo hoy a esta hora, con este camisón y el pelo un desastre…”-eh…pasá-
Y pasó…puf casi tres años pasó…mi adolescencia, la suya. El miedo, la contención, el cuidado, el juego…

-Me haces mimitos hasta que me duerma que me duele la panza-
-Sí, Florcita.


Colores, hadas. Un cuarto, poesía. Sus caricias, las mías: descubrir, desear. Esconder. Miedo. “Yo te espero”, gracias.
Niños aún, adultos en la mayoría de las veces. Mucha vorágine. QUE SÍ, QUE NO.
“No estamos bien, nos esperamos” Sí, ambos sí. Bueno, gracias.
Algo así fue…hoy solo lo bueno. Cuando nos vemos nos reímos, resignados: hay un contrato de alma.
Con el tiempo me di cuenta de que fue una relación muy, muy…suya y mía. Sí, con esas características. Hoy mientras te despido, pienso en todo lo bello que vivimos aunque antes estaba empeñada en recordar lo supuestamente malo.
Fuiste el compañero que necesité en ese momento. Ahora, qué somos? Amigos…mmm no creo.

Sólo sé que te quiero mucho por lo que fuiste, y me alegra que haya sido con vos el despertar de
mis primeros “sentires”.

Te deseo mucha energía positiva, ojalá que puedas dejar atrás aquello que aún no podés soltar.
Un abrazo pendejo! Y suerte con ella.

Flora.

lunes, 1 de junio de 2009

Olvido

A buena hora lo vine a encontrar. Por un momento creí haberlo perdido, luego me di cuenta de que seguía entre mis cosas. Sucede que no logro retener información por mucho tiempo. Es algo que me vienen diciendo de chico, y yo cumplo a raja tabla con ese decreto: me olvido de la mayoría de las cuestiones importantes. Hay quienes dicen que esa extraña habilidad es un mecanismo de defensa de mi mental. Pues, por el contrario, pienso que si es cierto dicho supuesto, soy el mayor beneficiario de la humanidad.

El inconveniente se presenta cuando no recuerdo el por qué de ciertas acciones llevadas a cabo en mi presente, o repercusiones negativas de viejas decisiones, o lo peor de todo, sentimientos que creí vivir y no tengo memoria emotiva de ellos. Solo una leve sensación que rápido se desvanece, como un trago amargo. Entonces me digo “no sé cuánto alegrarme de esta innata incapacidad”

Justo cuando comienzo con el replanteo, apareces vos. Claramente alguna vez te dije que no despertabas nada en mí. Cruelmente pronuncié unas palabras que fueron a dar en algún sitio de tu interior “no me pasa en el cuerpo”, al instante de modelarlas ante tus ojos, vi en tu expresión un dejo de tristeza. Pero cómo describir esa sensación del no correspondido, porque va más allá de la tristeza, es un sentir agobiante y hostigador.

Hay quienes tienen mayor fortaleza, otros se revuelcan en un lodo eterno que parece suprimir toda lógica. Nadie entiende el por qué de muchas cosas, pero existen y se hacen carne en cada paso.
El enigma a develar, es el de una supuesta felicidad que se consigue en esta dimensión terrenal.

martes, 17 de febrero de 2009

Enredada

"(...) se puso a pensar en los fragmentos de agonía que desde hacía tiempo llevaba encima y que se le habían adaptado con naturalidad. Los conocía y sabía dónde estaban. El error fue no habérselos arrancado cuando empezaron a formarse, aunque le costaran pedazos de vida.
Se quedó contemplando el techo y despúes miró algunas de sus ropas que yacían en una silla, y les tuvo piedad"
María Granata


Se conceptualizó de tal modo que no recuerda quien es. Puntos, comas, palabras lindas y frases. Coherencia sintáctica.

Aburrido y doloroso, el peso duele. Le astilla los pensamientos y los transforma en sombras sigilosas y altivas: listas para atacar. Mientras tanto, el cuerpo resiste hasta que demuestre lo contrario, y reviente lleno de un pus espeso que cubra por completo su expresión.

Cúantos fragmentos de agonía arrastra?
No justifica en absoluto ese sentir perturbador, sin duda lo está elegiendo como compañero porque aún no encuentra otro.
Maldita sea la incongruencia humana. Maldita sea su incongruencia.

Casi en una suplica... dejala respirar.

lunes, 12 de enero de 2009

VOCES

“Estructuras, estructurantes predispuestas a actuar...”

Y ahora, qué?

Cuando fui a comprar no me di cuenta del material, no entendía en absoluto la cuestión de la cal, la arena, el agua. Los ladrillos los perdí y compré maderas, las tuercas y los clavos también, los dejé por ahí. Total los reemplazaría por chinches. Las tejas no sé, creo que estaban en algún lugar con llave. A esa altura, no importaba si era de adobe o de paja. Quería una estructura. Hacía frío y recién comenzaba el invierno, el calor había pasado como una tormenta de rayos.

Bueno, dije estructura. La necesito porque no entiendo nada. Esto de que se presenten las situaciones así como si nada me pone incómodo, y a la noche me cuesta dormir. Entonces, claro, como dije ESTRUCTURA. No tengo idea de construcción pero tracé una planificación exacta de lo que haría cuando la tuviese lista.

¡No hay un alma acá cheee!

- Te dije que eras hermoso cuando niño-
- No. Es más, dijiste que mi nariz era increíblemente grande en comparación de mi cara. Fue en ese momento, cuando te preguntaste si habría de heredar la maldición “de la cara demasiado atrás” de la familia de papá-

Listo.

Estructura lista y perfumada.

¿Un moño por favor? Gracias.

Sí. Por supuesto, la hice solo. Con el sacrificio de mis brazos de casi hombre, con la sabiduría de un manual de “estructuras en un abrir y cerrar de ojos” y con la tranquilidad de un compulsivo.

-Comprenderás que no.
-No, qué?
- Claro, te explico que es falso. No es real. Es casi como la nariz de un payaso, la amistad entre dos ex amantes, como el perdón luego de un engaño. Entendes? Me refiero de EXISTENCIA EFÍMERA-

Es una locura, ni un mes transcurrió y hay tres goteras.
No puedo, así no puedo.

-Ayer leí un libro, y entre sus páginas encontré una frase escrita por vos hace algún tiempo: “vivir no es sólo existir, es creer que la existencia puede ser vivida con la intensidad y las ansias de cada inspiración y exhalación. Así tan simple y complejo como mantenerse vivo durante días y noches, sabiendo que el destino final es la muerte.”

-Querida, el encanto está en las formas no en la belleza física. Es más el tiempo que se pasa con arrugas, que sin ellas. Entonces, mi propuesta es que intentes al menos por hoy no imitar a tu madre. Si lo consiguieras, sería la mujer más feliz del mundo. Sabes por qué. Porque voy a poder empezar a creer que mis palabras guardan sentido-

Ni protección, ni estabilidad. Tampoco seguridad. La evaluación es negativa.

Ahora vuelvo a empezar. Otra vez a construir, pero ya pedí ayuda.
Compré los materiales, quiero creer que no me equivoqué.
Pero qué más da, siempre puedo volver.
Hasta que aprenda.
Aprenda de verdad.