Respiró y exaló. No le cuesta tanto como hace dos horas atrás; tal vez porque dijo "renuncio". Sí, renunció al destino planificado, dio vuelta el juego y se prepara para las sorpresas. Añora la naturalidad que perdió cuando comenzó a caminar más allá de ella.
Renunció, y ahora mira a la distancia el camino que trazó con la obstinación de quien le teme al paso del tiempo. Se desajustó los cordones y ahora quiere caminar por el pasto, lejos del deber ser. Malditas las imposiciones, la exigencia absurda y el inconformismo histérico...
Aquí y ahora renuncia, se autodespide como autora y dueña de la presión que ya no tolera...intenta reconciliarse con la otra mitad abandonada y silenciada...
Y si le preguntás, no sabe qué va hacer este año, porque se quedó sin teorías, sin planes y el "no saber", por primera vez, le reconforta.
La facultad, "la carrera", no tiene ganas de correrla...prefiere caminarla; si es lo que busca se quedará y si no es así, la dejará ir...no sabe qué sucederá. El tiempo, a quien tanto le teme, se lo dirá.