Ojos color miel. Dichosa de ser ella misma caminaba por la ruta del instinto. Frágil pero audaz. Sintió en lo profundo de su ser la revolución de sus paradigamas.Soltó la voz; y una noche de invierno se hizo escuchar.
Al día siguiente se vio mujer. Increíble transparencia. El espejo delató su reflejo floreciente y lleno de vida. Eran sus ideas. Tiernamente acarició sus nuevos rasgos y salió a vivir el dasafio.
Afuera, bajo el sol infinito, pocos creyeron en su fe, y muchos temieron de ella. Efímera su existencia. Su calvario interminable.
Una luna roja se posó sobre su figura, la apresó en un encierro liquido y permanente. Vendada y torturada. Lista para el infierno terrenal de unos gigantes que le susurraron al oído...
" LOS UTOPISTAS MUEREN, Y SUS IDEALES TAMBIÉN"
2 comentarios:
Cuando los utopistas mueren sus ideales se vuelven realidad, si es que en vida dieron todo por ellos...
viva lindo flopa
Esto si me ENCANTÓ, es prosa poética (de mis predilectas) bien logrados los silencios, expresivamente colorida, sensorialmente atrapante, me pasaron casi inadvertidas las faltas ortográficas.
Respeto el comentario de matichask, aunque le recuerdo que el arte no es objetable en el sentido práctico de las impresiones del autor, excepto en un ensayo.
Brutal.Rimbaud lo celebraría.
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