A veces mira el cielo preguntándose si alguna vez podrá tener otra suerte. Maldito destino que castiga sin dar revancha. Un alma inocente vislumbra el mundo y él no tiene piedad de ella. La hace presa de una vida llena de carencias, en donde nadie se hace cargo de su dolor. Vuelve a respirar significa que está viva, lo asume y sale adelante cantando.
Canta esa canción que cantó mil veces, mientras lo hace reparte estampitas o poemas de algún autor perdido. Ella me extendió su mano. Yo sólo miré sus ojos color miel. En aquel instante eliminé las quejas que hasta entonces había hecho de mi vida. Nada era triste comparado con su mirar de resignación. Y yo acá, sentada en este tren enfrento una realidad lejana a la mía. Suspiro y me pregunto qué puedo hacer para revertir la injusticia de este mundo.
Esperás ansiosa las monedas. A mí se me llenan los ojos de lágrimas y riego en tus manos algunos centavos. Como una bendición los tomás. Seguramente pensarás que al menos tu padre no se enojará contigo esta noche. Podrás dormir tranquila, aunque preocupada por el mañana, gracias a esos centavos que contribuyen en tu suerte.
Demostrás tu gratitud muy dulcemente. Realmente me sorprendiste con tu beso en mi mejilla. Debe ser una estrategia que te enseñaron para generar más ternura, pero eso provocó en mí una sucesión de imágenes en mi mente: mi niñez, mis padres y, lo más cercano a una hija, mi sobrina. Su recuerdo me mortificó aún más. No pude evitar asociarte con ella.
Cerré los ojos y traté de pensar en otra cosa. Luego reflexioné acerca de cuántos hacen lo mismo. Por un momento me sentí mal, egoísta e insensible. Es cierto: esquivar la cuestión te libera de la culpa, pero yo no me manejo así. Tal vez si te hubieses cruzado en otro momento, la situación sería diferente. Pero la circunstancia en esta etapa de mi vida se presenta difícil. No puedo ofrecerte nada seguro, no puedo ser responsable de tu vida. Recién comienzo a dar mis primeros pasos en el mundo de los adultos y todo es inestable.
Vos, con tu carita de niña, de futura mujer me das el ejemplo de fortaleza que jamás he visto. Me enseñas que hay que mantenerse en pie y seguir luchando a pesar de las adversidades. Espero que tu vida tome otro rumbo, aunque la realidad de este país condena desde la niñez y dificulta el desarrollo de las capacidades que todo ser humano tiene.
Ojalá puedas ver el don, el talento que posees por el simple hecho de ser una vida. No quiero que te hundas en la oscuridad, en la soledad y en el infierno de la inferioridad y el rencor. Tenés todo el derecho, pero no te conviene. Podes salir adelante. Tu vida puede ser diferente. Quizás, en un futuro se vuelvan a cruzar nuestras miradas y pueda hacer por vos o por las otras niñas, la mitad de lo que hicieron por mí.
Seguí cantando, que es arte. Es expresión. Es el grito a tanta injusticia. Es la muestra viva de un alma que refleja la desolación y el individualismo que invade a esta sociedad. Una sociedad ciega de sentimientos, muerta por tantos golpes. Tu padecer es la consecuencia de todo ello. Pero una brisa de esperanza comienza a renacer en algunas personas. El cambio de rumbo está pronto a suceder. El tiempo lo dirá. Confía en que todo va a salir bien.
Canta esa canción que cantó mil veces, mientras lo hace reparte estampitas o poemas de algún autor perdido. Ella me extendió su mano. Yo sólo miré sus ojos color miel. En aquel instante eliminé las quejas que hasta entonces había hecho de mi vida. Nada era triste comparado con su mirar de resignación. Y yo acá, sentada en este tren enfrento una realidad lejana a la mía. Suspiro y me pregunto qué puedo hacer para revertir la injusticia de este mundo.
Esperás ansiosa las monedas. A mí se me llenan los ojos de lágrimas y riego en tus manos algunos centavos. Como una bendición los tomás. Seguramente pensarás que al menos tu padre no se enojará contigo esta noche. Podrás dormir tranquila, aunque preocupada por el mañana, gracias a esos centavos que contribuyen en tu suerte.
Demostrás tu gratitud muy dulcemente. Realmente me sorprendiste con tu beso en mi mejilla. Debe ser una estrategia que te enseñaron para generar más ternura, pero eso provocó en mí una sucesión de imágenes en mi mente: mi niñez, mis padres y, lo más cercano a una hija, mi sobrina. Su recuerdo me mortificó aún más. No pude evitar asociarte con ella.
Cerré los ojos y traté de pensar en otra cosa. Luego reflexioné acerca de cuántos hacen lo mismo. Por un momento me sentí mal, egoísta e insensible. Es cierto: esquivar la cuestión te libera de la culpa, pero yo no me manejo así. Tal vez si te hubieses cruzado en otro momento, la situación sería diferente. Pero la circunstancia en esta etapa de mi vida se presenta difícil. No puedo ofrecerte nada seguro, no puedo ser responsable de tu vida. Recién comienzo a dar mis primeros pasos en el mundo de los adultos y todo es inestable.
Vos, con tu carita de niña, de futura mujer me das el ejemplo de fortaleza que jamás he visto. Me enseñas que hay que mantenerse en pie y seguir luchando a pesar de las adversidades. Espero que tu vida tome otro rumbo, aunque la realidad de este país condena desde la niñez y dificulta el desarrollo de las capacidades que todo ser humano tiene.
Ojalá puedas ver el don, el talento que posees por el simple hecho de ser una vida. No quiero que te hundas en la oscuridad, en la soledad y en el infierno de la inferioridad y el rencor. Tenés todo el derecho, pero no te conviene. Podes salir adelante. Tu vida puede ser diferente. Quizás, en un futuro se vuelvan a cruzar nuestras miradas y pueda hacer por vos o por las otras niñas, la mitad de lo que hicieron por mí.
Seguí cantando, que es arte. Es expresión. Es el grito a tanta injusticia. Es la muestra viva de un alma que refleja la desolación y el individualismo que invade a esta sociedad. Una sociedad ciega de sentimientos, muerta por tantos golpes. Tu padecer es la consecuencia de todo ello. Pero una brisa de esperanza comienza a renacer en algunas personas. El cambio de rumbo está pronto a suceder. El tiempo lo dirá. Confía en que todo va a salir bien.
2 comentarios:
Y sí, esto tiene que cambiar. Es así, si el rumbo de las cosas no cambia esto se va a la mercoles.
Pero uno puede ser optimista y recordar la frase que dijo el ex-presidente Duhade: "La Argentina está condenada al éxito".
El tiempo decide por nosotros si no se va mas allá de la intención, con vos el tiempo no va a decir nada, sos vos la que con el tiempo dice mas cosas, y que son realemnte hermosas. A veces ocurren esos pequeños instantes que son como golpes inesperados en los que se reflejan muchas cosas de nuestra vida y en poco tiempo, y me gusta mucho tu habilidad para rescatarlos, que no se pierdan. Es muy especial que lo compartas tan abiertamente, saludos concha de melón!
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